Intentar obtener una gran idea antes de haber analizado y definido un problema es como querer subirse a un auto para viajar sin haber decidido a dónde queremos ir.
Imaginen un médico dando recetas de medicamentos sin hacer un diagnóstico.
Si desean tener una gran idea, primero deben encontrar un problema a resolver.
Al encontrar un problema, pueden delimitar un plan de acción.
Con él surge un proceso: un proceso de investigación, un proceso de definición, un proceso de ideación para encontrar una solución.
Y luego lo más lindo.
Elegir cuál será nuestra gran idea a trabajar.
Porque no crean que las ideas que obtengan en su proceso de ideación serán las que solucionen su problema.
No, claro que no. Deben trabajar en esa selección para poder indagar cuál puede ser la más útil y factible para solucionar su problema.
Ahí podemos encarar el proceso de pulir y re-trabajar nuestra idea para que pueda crecer y convertirse en una gran idea.
Es fácil encontrar en newsletters o posteos de redes sociales alabanzas a grandes ideas que se convirtieron en increíbles emprendimientos de la noche a la mañana.
Pero les aseguro que son mitos.
Sí, las ideas son necesarias. Son la llama de cualquier emprendimiento o proyecto.
Pero no se distraigan del proceso.
Encuentren un problema.
Desarrollen un montón de ideas para resolverlo.
Seleccionen la más útil y factible.
Trabajen en ella hasta convertirla en una gran idea.
Y después, sólo después, pasen a la siguiente fase.
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¡Nos vemos la próxima semana! 🤘👨🏻💻🤘
Emma