Un ejercicio rápido al comienzo de semana para poner en marcha las neuronas.
Una sencilla metodología para que puedas desarrollar nuevas ideas
Así es. Estos pequeños ejercicios que vimos semanalmente en esta nueva sección, eran parte de una metodología de ideación.
Vamos manos a la obra y repasemos cada uno de sus pasos para terminar de incorporarla a su repertorio.
En ediciones previas hablamos que a la hora de realizar un proceso de ideación, primero debemos saber sobre qué es lo que vamos a pensar.
Si tuviera una hora para resolver un problema, dedicaría 55 minutos a pensar en el problema y 5 minutos a pensar en las soluciones.
Albert Einstein
En los ejercicios de “De pronto, Flash” utilizamos elementos al azar para tener una base sobre la cual trabajar. El objetivo no era pensar en elefantes, secadores de pelo o aspectos de su vida. Sino tener un punto de referencia para ejecutar los ejercicios.
Cuando estén frente a un proceso de ideación, identifiquen los 2 factores más importantes de su problema. Piensen en las personas involucradas, el contexto, lugar o situación donde se debe resolver o incluso los elementos que necesitan para resolverlo. Una vez identificados, podemos utilizar esta metodología.
Veamos cada uno de los ejercicios vistos en “De pronto, Flash” en conjunto:
1. ASOCIACIÓN DIRECTA
“Escriban las primeras 12 cosas que se les ocurran tan pronto como piensen en un elefante”
A menos que trabajen en una reserva natural o un zoológico, es muy difícil que deban resolver un proceso de ideación con un elefante. De los 2 elementos esenciales de su problema, tomen el más importante y comiencen por él.
Este ejercicio es para entrar en calor, para sacar los primeros pensamientos que tenemos respecto a un problema. Escribir lo primero que se nos ocurre respecto a algo nos ayuda a despejar lo obvio, lo sencillo, la asociación que cualquier persona pueda tener. A veces las primeras ideas son muy buenas, pero son contadas las ocasiones en que eso sucede.
2. FUNCIÓN
“¿Cuántas cosas pueden hacer con estos clips de papel?”
Buscar nuevas funciones a un elemento nos obliga a verlo desde otro ángulo, cambiar la perspectiva y visión del mismo. Salir de lo obvio que tenemos delante.
Tomen ese elemento primario de su problema y piensen si pueden utilizarlo en algo más. ¿Sólo sirve para esto? ¿No puedo utilizarlo en otro contexto?
3. ASOCIACIÓN INDIRECTA:
“Escribe las primeras 12 cosas opuestas que surgen a tu cabeza tan pronto como piensas en un secador de pelo.”
Aquí ya pasamos al segundo elemento identificado. Pero en lugar de pensar en relación directa como lo hicimos al inicio, vamos a todo lo opuesto. Qué no es esto que tengo delante mío.
Para esta instancia debemos esforzarnos un poquito más. Encontrar lo que algo no es, puede ser más difícil de lo que esperado.
4. MINI-HISTORIAS
“Escriban 3 historias de dos renglones con las siguientes palabras: Dinosaurio, Ginebra y Átomo.”
El objetivo de este ejercicio es comenzar a crear narrativas. Visibilizar quiénes usarían estos dos elementos, porqué lo harían, en qué contexto lo harían. Al utilizar los elementos por separados, como dos cosas sin conexión aparente, nos ayuda a expandir la visión de qué se puede hacer con ellos.
5. COMBINAR
“Escribe las primeras 12 cosas cosas que se te ocurren al unir un elefante y un secador de pelo.”
Comienza a ponerse interesante el proceso. Luego de haber pasado por diversos caminos, unimos por primera vez los elementos para encontrar una relación directa. Haber visto diversas posibilidades entre uno y otro por separado, nos ayudará a tener una visión más fresca de los mismos en el proceso de ideación.
6. PENSAMIENTO LATERAL:
Vimos 4 ejercicios: el empleado y las cajas, la bombilla de luz, el viento, y la hora.
El objetivo de los ejercicios de pensamiento lateral era ocupar nuestro pensamiento en otros problemas.
Cuando invertimos mucho tiempo en pensar una solución, tendemos a encerrarnos en lo que venimos trabajando y auto-convencernos de que las ideas que tenemos pueden resolver nuestro problema. De esa forma, dejamos de pensar nuevas cosas y perdemos la oportunidad de seguir explorando hasta dónde puede llegar nuestra creatividad.
Siempre que se encuentren en un proceso de ideación, hagan un corte y enfoquen su cabeza en otros problemas. Les ayudará a retomar el proceso con otra mirada.
7. REPETIR TODO
Y llegamos al final. Al repetir el proceso debemos realizar un esfuerzo más profundo en encontrar ideas que no hayamos pensado previamente. ¡Incluso que estén mejor!
Es aquí donde surge nuestro criterio de selección. Al haber dedicado un tiempo previo a buscar soluciones, las primeras ideas que surgen en un segundo proceso de ideación son rápidamente descartadas. Esforzándonos un poco más en encontrar soluciones innovadoras.
¡Eso es todo! Ahora que realizamos nuestro proceso de ideación y tenemos varias ideas en la mesa, podemos seleccionar cuáles son las que nos hacen más sentido para solucionar nuestro problema.
También hay un framework para poder seleccionar esas ideas, pero lo dejamos para otra edición.
Esta metodología es más sencilla de lo que parece. Les recomiendo utilizarla un par de veces para incorporarla a su repertorio de ideación. Casi sin darse cuenta la estarán utilizando naturalmente para encontrar nuevas ideas.
Y para los poquitos que me preguntaron “¿por qué la sección se llama De pronto, Flash?”.
Bueno, porque se me ocurrió desarmar esta metodología mientras veía la serie de nuestro querido Luis:
¿Tienes comentarios? ¿Quieres ver otras secciones? Responde este mail, escríbeme en Twitter, o hazlo por Linkedin.
¡Nos vemos en el próximo newsletter! 🤘😎🤘
Emma