¿Escucharon hablar del costo de oportunidad? La definición de este término financiero es muy sencilla: es cuánto te cuesta la alternativa a la que renuncias cuando tomas una determinada decisión, incluidos los beneficios que podrías haber obtenido de haber escogido esa alternativa. Cuánto pierdes al decidir hacer (o no) una actividad.
En esta edición les contaré una historia sobre el costo de oportunidad en el tiempo que perdemos en no llevar adelante una idea.
Un avaro había enterrado su oro en un lugar secreto de su jardín.
Todos los días iba al lugar, desenterraba su tesoro y contaba pieza por pieza para asegurarse de que estaba todo allí.
Fueron tantos los viajes que realizó, que un Ladrón que lo había estado observando, adivinó qué era lo que el Avaro tenía escondido. Asi que una noche desenterró silenciosamente el tesoro y lo robó.
Al día siguiente, cuando el Avaro descubrió su pérdida, se sintió abrumado por el dolor y la desesperación. Gimió, lloró, gritó y se arrancó los pelos de rabia.
En ese momento, alguien que pasaba cerca escuchó sus gritos y le preguntó al Avaro qué había pasado.
“¡Mi oro! ¡Oh mi oro! ¡Alguien me ha robado!”, gritó el avaro.
“¡Tu oro! ¿Allí en ese agujero? ¿Por qué lo pusiste ahí? ¿Por qué no lo guardaste en la casa donde pudieras conseguirlo fácilmente cuando tuvieras que comprar cosas?”, respondió la persona.
“¡Comprar! ¡¿Comprar?!”, gritó el Avaro enojado. “¿Por qué compraría algo? Ni siquiera toqué el oro. No podía pensar en gastar nada de eso.”
La transeúnte lo miró atónito, y cerca de él recogió una piedra grande y la arrojó al agujero. Luego le dijo al avaro:
“Si ese es el caso, cubre esa piedra con tierra. ¡Vale tanto para ti como el tesoro que perdiste!”
Piensen en el oro como sus ideas y comparen al pozo con un bloc de notas.
¿Cuántas ideas tienen en su libreta o un .doc esperando a las condiciones ideales para llevarlas a cabo? Que el nombre no me convence, que aún no siento que encontré a la persona adecuada que me acompañe con esto, qué aún necesito resolver la parte económica, que aún puedo mejorar la estética del proyecto, que… que… que…
Todo ese tiempo en el que piensan que pueden hacerlo mejor antes de dar a conocer al mundo sus ideas, es el costo de oportunidad de tiempo.
Mientras piensan como podrían mejorar su idea o compartirla con una amiga o conocido para conocer su punto de vista o incentivarlos a que se sumen, podrían validarla con un posible usuario, descubrir qué tanto les mueve el piso esa idea, qué puntos flojos posee, incluso puede suceder que alguien piense en algo similar y lo ponga en práctica… montones de cosas.
Hoy las herramientas para los creadores son cada vez más accesibles y fáciles de implementar y el tiempo en el que demoren hacerlas realidad siempre tendrá un costo de oportunidad elevado.
Ya.
Shú.
Fuera.
Vamos, salgan a hacer cosas.
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Emma