Jacobo y María Ángeles
Había una vez un lugar en Oaxaca
Una semana atrás nos tomamos una vacaciones familiares en Oaxaca. Buscando qué cosas hacer con dos niños pequeños, mi mujer encontró el taller de Jacobo y María Ángeles en San Martin Tilcajete. Más o menos a unos 30 kilómetros al sur del centro de la ciudad de Oaxaca.
El taller de Jacobo y María Ángeles es un espacio dedicado a la talla en madera de copal de figuras Zapotecas. Más específicamente Tonas y Nahuales.
Muchos términos nuevos.
Vamos por partes.
Los Zapotecos eran un pueblo que habitaba las actuales regiones mexicanas de Oaxaca, Guerrero, Puebla y Veracruz. Según la Universidad Nacional Autónoma de México, la palabra Zapoteco proviene de "za"/"zaa" (nubes) y "pochteca" (comerciante). Su origen es bastante incierto, y no hay registros de migración alguna. Según sus propias leyendas, los Zapotecos provienen de la roca, la arena, las nubes y los robles. Por lo cual, según ellos mismos son hijos directos de los dioses. A lo largo del tiempo, la evidencia arqueológica de los primeros asentamientos de este pueblo nómada en la región de Oaxaca indica que su cultura tiene 8700 años de antigüedad.
El Tona o Tonal, proviene de una creencia mesoamericana. Esta consistía en que cada vez que una madre esperaba una cría, el día del nacimiento se ponían cenizas en la choza donde vivía el recién nacido y al siguiente día la huella del animal que se formara sería el "tótem" del niño: aquel animal que lo representa y le da su personalidad. O sea, el Tona es el animal que nos representa.
El Nahual es una especie de brujo o ser sobrenatural que tiene la capacidad de tomar forma animal. El término refiere tanto a la persona que tiene esa capacidad como al animal mismo que hace las veces de su alter ego o animal tutelar. El Nahual sería nuestro animal protector.
El Copal es un árbol originario de América del Sur, y estoy seguro que muchos de ustedes lo conocen como un tipo de incienso. Es un elemento muy importante en la tradición médica y religiosa de Mesoamérica desde la época prehispánica. Su quema era (y es) común en rituales de ofrenda y terapias para males físicos y espirituales. Como material de tallado es muy tierno y maleable para trabajar, y al estar verde es muy fácil de esculpir.
El Tona y el Nahual se fueron popularizando en el tiempo con otro término particular: Alebrijes.
Los Alebrijes nacen de un sueño febril del artesano Pedro Linares López. A sus 30 años, Pedro estaba en cama enfermo y en una muy difícil recuperación. Según el mismo cuenta, comenzó a soñar que estaba en un bosque donde los animales comenzaban a transformarse y unirse en nuevas figuras fantásticas, mientras lo hacían gritaban “¡Alebrijes! ¡Alebrijes!”. Al recuperarse de su enfermedad, comenzó a diseñarlos. Esas fantásticas criaturas llamaron la atención de un matrimonio de artistas: Frida y Diego. Y gracias a ellos comenzaron a popularizarse en todo México.
Y ahora mis hermosos y queridos lectores, hagan memoria.
¿De dónde les suenan los Alebrijes?
Claro que sí:
En San Martín Tilcajete hay montones de talleres de diseño y creación de Alebrijes, pero justamente gracias a Coco fue que visitamos específicamente el de Jacobo y María Ángeles. Este taller fue el que inspiró al director de la película Lee Unkrich y su equipo a incorporar en la narrativa de la película estas figuras fantásticas para capturar con mayor profundidad la cultura y raíces mexicanas en la historia.
Al ingresar al taller podemos hacer un tour donde nos explican paso a paso su proceso de creación y diseño de Alebrijes.
Primero se comienza con la selección de madera. Según la pieza que se desee realizar, pueden unirse diversos pedazos de Copal para formar una figura completa.
En el caso de este Alebrije, la cola es un pedazo de madera y otro para el resto del cuerpo:
Toda la pieza se talla y se lija para dejarla completamente lisa y sin ningún tipo de impurezas.
Luego pasamos a la confección del color. Si bien algunos de las pinturas utilizadas son acrílicos, también se confeccionan pigmentos naturales a base de cochinillas, zinc, limón...
Para que esos pigmentos queden impregnados en la madera de Copal y no sean incorporados a la madera ni desaparezca su color, se les agrega un barniz hecho a base de miel natural:
La guía nos contaba también que hay personas especialmente dedicadas a la confección de las tonalidades. La cantidad de masa de color que se genera es escasa y es muy difícil de igualar. Quienes se encargan de la confección de pigmentos poseen formulas muy precisas para su elaboración.
Una vez preparados los colores, pasamos a la pintura y decoración de la figura. Este trabajo requiere una dedicación muy especial. Los artistas comienzan su aprendizaje muy de pequeños, con pequeñas figuras. Luego de varios años y muchísimas figuras de práctica, dejan de ser aprendices y comienzan a ser llamados Maestros.
Aquí una de las Maestras decorando un Alebrije. Detrás se pueden ver las mesas con montones de aprendices practicando su oficio.
Lo que más me voló la cabeza de esta parte son las tramas y patrones que cada figura posee:
Cada trama tiene un significado distinto. Y la selección de cada una depende del Maestro:
Algunas tienen que ver con la protección, otras con la espiritualidad, los buenos augurios, fertilidad, adoración…:
… y otros simplemente son tramas nuevas generadas por el Maestro a su voluntad.
Sí. Todas y cada una de las figuras son pintadas a mano. Sin ningún tipo de ayuda mecánica o automatización.
Al final del tour, según tu fecha de nacimiento, puede saber cuál es tu Tona y tu Nahual para luego buscar tu Alebrije en una galería interminable de figuras:
El tour dura aproximadamente 45 a 60 minutos, pero la confección de un Alebrije puede durar de 9 a 12 meses, dependiendo del tamaño y complejidad de pintura y decoración del mismo.
Y obviamente, al final del tour puedes comprar tu kit para decorar tu propio Alebrije. Algo que al mayor de nuestros pequeños le encantó pero no al más chiquito que ya tenía hambre y sólo le interesaban los animales que podía ingerir para saciar su apetito 🤷🏻♂️.
Si alguna vez están por México, y más específicamente la ciudad de Oaxaca, les recomiendo muchísimo que se acerquen a San Martín Tilcajete para descubrir este y tantos otros talleres de Alebrijes, como también los hermosos murales desperdigados por el pueblo:
Para los que se preguntaban, Jacobo y María Ángeles son este matrimonio feliz que sonríe a cámara con una de sus creaciones:
Antes de irme, les comparto este texto que encierra la filosofía de Forma y Color del estudio que se encuentra en su galería principal:
Las formas dan estructura al universo visual, los colores son sus pinceladas de emoción y vida.
Líneas y puntos entrelazan historias, estableciendo un diálogo íntimo entre la creación y su artifice. Así se gestan las piezas del Taller Jacobo & Maria Ángeles, donde seres oníricos y animales emergen, trazando su existencia desde los pensamientos de los artesanos.
La paleta de formas y colores se convierte en un alfabeto en constante intercambio. Como palabras en una conversación, se entrelazan para crear armonías, construyendo relatos visuales únicos.
Cada artesano, a través de sus elecciones de formas y matices, teje su propia narrativa en cada obra, dando vida a una sinfonía de tonos irrepetibles.
Pintar no es simplemente aplicar pigmento, es exponer el alma en cada trazo. Es mostrar la destreza cultivada, un lenguaje moldeado por la enseñanza y el entorno. Las formas y colores se convierten así en el idioma fluido de la expresión donde cada obra cuenta la historia de un desarrollo personal, de maestría y de creatividad desbordante.
Salvo donde se especifica, todas las fotografías son personales, tomadas durante la visita.
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¡Nos vemos en el próximo newsletter! 🤘🦅🤘
Emma