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¿Lo tienen a J.J. Abrams?
En algún momento de nuestras vidas, hemos visto alguno de sus hits: Lost, (la increíble y poco exitosa) Fringe, Super 8, Cloverfield, las remakes de Star Trek… y también Star Wars.
Lectores fans de Star Wars, ¿de qué lado están? ¿Chocó la franquicia o no?
Debes ser implacable para alcanzar la magia. Si tienes escalofríos, ya no puedes negarlo. Estás siendo tocado por el potencial de algo.
El escalofrío que menciona J.J. puede aparecer en cualquier área, no solo la creatividad. Piensa en el momento que te das cuenta de poder cocinar algo muy rico y sencillo con lo que ya tienes en tu refrigerador, cuando te das cuenta de cuál puede ser el regalo perfecto para el cumpleaños de tu pareja o el instante en que puedes resolver un problema en tu trabajo. El escalofrío es ese momento en que notas el potencial de una idea.
Pero los escalofríos no se pueden agendar, tampoco llegan cuando los llamas, mucho menos cuando los necesitas. Tienes que generar el ambiente, la situación para que puedan darse. Es una cuestión de constancia, dedicación y procesos.
Ya sea que busques comenzar algo nuevo o encontrar una nueva perspectiva, potenciar el espacio para las ideas es una forma de energizar nuestro mindset creativo.
Comienza excavando. Profundiza en qué tanto conoces el problema que buscas resolver. Compórtate como un minero, trabaja sin cesar hasta la raíz del problema, investiga, busca referencias, infórmate sobre qué han hecho otros, observa con atención.
Dale un espacio a los pensamientos tontos. Escribe en tu cuaderno (o donde sea que escribas tus ideas) todas las cosas estúpidas que se te vienen a la cabeza. Uno de esos pensamientos estúpidos puede desencadenar una asociación o referir a otra idea estúpida para caer en un agujero interminable de cosas tontas, divertidas o emocionantes que pueden convertirse en una idea interesante.
No pretendas ser perfecto. Tomar el rol del perfeccionista puede ser peligroso porque comienzas a preocuparte si una idea es lo suficientemente buena o no. Las ideas no son buenas o malas, son útiles, prácticas, factibles o nada de eso. Es difícil evitar ese lugar y comenzar a preocuparte si una idea es buena o mala. Por eso también importa mucho lo siguiente:
El hacer siempre le gana al pensar. A veces debes comenzar a ejecutar para ver dónde te lleva eso. Las conexiones ocurren todo el tiempo, y son pocas las ideas que se realizan tal cual se imaginaron. Da el paso inicial, pon en práctica tu idea y ve dónde te lleva eso.
⚠️ El mayor riesgo es no correr ningún riesgo. En un mundo que está cambiando muy rápido, la única estrategia que está garantizada para fallar es no correr riesgos. ⚠️
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Las restricciones correctas pueden llevarte a explotar mejor tu propio trabajo.
Dr. Seuss escribió “El gato en el Sombrero” con sólo 236 palabras diferentes, así que su editor le apostó que no podría escribir un libro con sólo 50 palabras.
Dr. Seuss ganó la apuesta con “Huevos Verdes y Jamón”.
Ambos libros son de los más vendidos para niños de todos los tiempos.
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Un hombre entra en un bar y le pide al camarero un vaso de agua. El barman se arrodilla buscando algo, saca un arma y le apunta. El hombre dice ‘gracias’ y se va.
¿Por qué hizo eso el barman?
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Emma