La composta es un tipo de abono orgánico que se utiliza en jardinería y agricultura. Se forma por la degradación de materiales orgánicos como frutas y verduras, acomodados en capas y sometidos a un proceso de descomposición.
La metodología es muy sencilla. En un recipiente relleno previamente de tierra, aserrín y lombrices, puedes ir descartando el material orgánico de tus comidas, hojas secas, infusiones como té, café o mate. De esta forma se reutilizan los desperdicios orgánicos de nuestras comidas para abonar la tierra, siendo un proceso de reciclado 100% natural. A medida que todos esos elementos se van descomponiendo, se va regenerando más tierra, la cual luego utilizas para tus plantas, brindándoles nutrientes naturales.
Se estima que el 40% de los residuos generados en nuestro hogar son orgánicos. Ese desperdicio va directo al basurero, mezclándose con otros desperdicios, y finalmente va a un tiradero produciendo así contaminación.
En cambio, si nosotros utilizamos una composta en nuestro hogar evitamos que se vaya al basurero, ayudando a disminuir la contaminación del agua y el suelo.
Pero la edición de hoy no es una clase de jardinería o mejoras del hogar.
No, claro que no.
La composta es una excelente analogía para hablar de la generación de ideas.
¿Cómo?
Imaginen que en lugar de tener un recipiente de basura orgánica que se descompone para generar nutrientes para nuestras plantas, tenemos un archivo de recortes, pensamientos e ideas sueltas que se regeneran para nutrir nuestras grandes ideas del mañana.
Exactamente. Un lugar donde tiramos todos esos pequeños pensamientos que no llegan a ser una idea, observaciones que nos abren la puerta a resolver un problema o esas cosas que despiertan nuestra curiosidad día a día.
Un archivo de composta creativa es fundamental para todos aquellos que trabajan en la generación de ideas. Guardar todas esas pequeñas cosas que nos llaman la atención (un tuit, un vídeo, una foto, un párrafo de algún libro, una escena de una serie) y las pequeñas ideas al azar que solemos tener. Lo que más tarde nos permitirá tener un punto de partida al momento que deseemos generar ideas.
En mi época de creativo publicitario, el archivo de composta era fundamental en mi trabajo. Cuando trabajas en una agencia de publicidad, no siempre posees el tiempo que deseas para poder pensar y desarrollar una idea. Muchas veces necesitas resolver problemas de comunicación en tiempos muy cortos. Por lo que un archivo de ideas y cosas que nos llaman la atención, puede sacarnos de apuro muy rápido.
Era la época en la que me consideraba un creativo ecológico. Porque siempre tenía la oportunidad de reciclar mis ideas en nuevos trabajos. Una y otra vez. Nunca dejé esta práctica. Al día de hoy, tengo un archivo de composta para cada actividad que hago. Sí, incluso este newsletter tiene su propio archivo de composta.
Uno de los grandes evangelistas de la composta creativa es Neil Gaiman.
Quizás ahora su nombre les suene un poco más con la increíble The Sandman en Netflix (si se animan, el cómic es lo mejor que pueden leer en el género), pero Neil viene escribiendo historias fantásticas hace unos cuantos años.
Sobre la composta nos dice:
Creo que es muy importante para un escritor tener un montón de compost. Todo lo que lees, las cosas que escribes, las cosas que escuchas, las personas con las que te encuentras, todo puede ir al montón de compost. Y se pudrirán. Y de ellos crecerán hermosas historias.
Tener una composta creativa es algo extremadamente sencillo. Y es un ejercicio que les quiero proponer a ustedes el día de hoy. Bueno, quienes ya lo tienen, les recomiendo que sigan alimentando su composta. Quienes no, les sugiero abrir un Google Docs, un Notion, un Miro; los que aún les gusta lo hecho a mano tomen un cuaderno en blanco (no lo recomiendo tanto, pero ustedes eligen). Denle como título Composta y comiencen a guardar todo lo que captó su atención en la última semana o mes. Listo. Así de simple.
¿Porqué recomiendo digital y no físico? Sencillo. Pasamos mucho, mucho tiempo online. Copiar un link, guardar una foto, es realmente muy sencillo si lo hacen digitalmente. Aparte, ¿cuáles son las 3 cosas que siempre llevamos encima cuando salimos de nuestro hogar?
Llaves.
Billetera.
¡Mobile!
Desde su mobile pueden acceder a su archivo de composta y escribir lo que se les ocurra, dónde y cuándo sea.
Todas esas cosas que escriban en su composta creativa pueden convertirse en los motivadores de origen de sus ideas e historias, tal vez algo más. Todo proyecto comienza con una idea, asi que asegúrense de llenar su archivo con un norte claro y preciso: ¿Qué le interesa? ¿Qué les despierta curiosidad? ¿Qué les incentiva?
Recuerden, puede ser lo que se les ocurra: una palabra, una película, una escena de una serie, una persona, un evento, una canción… debe ser siempre algo que les haya inspirado. Tomen el trabajo de sentarse al menos una vez al día para anotar cosas que les interesen.
Las ideas provienen de la unión, de la confluencia. De esa peculiar combinación de pensamientos y experiencias que son únicas sólo para ustedes. No dejen de que esas inspiraciones espontáneas se pierdan en el olviden. Tírenlas a su composta.
Y cerremos con una frase más de nuestro invitado de honor, Neil Gaiman:
Siempre voy anotando cosas, pequeñas ideas. Puede que nunca vuelva con ellos. Puede que nunca los vuelva a ver. Pero una vez que están anotados, se pudrirán útilmente en el montón de abono de mi imaginación.
Y estarán ahí en caso de que los necesite.
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¡Nos vemos en el próximo newsletter! 🤘👨🌾🤘
Emma