Hay un espacio tranquilo en nuestro día a día que nadie más ve.
No es la oficina, ni el estudio, ni siquiera nuestro escritorio.
Es un poquito más profundo que eso: se esconde en nuestra cabeza, ahí donde la única que llega es nuestra intención.
Llamemos a ese lugar nuestro laboratorio.
En ese espacio, no somos perfeccionistas.
No somos genios que acertamos a la primera.
No tenemos todas las respuestas.
Somos quien pregunta.
Probar, registrar, ajustar.
Abordar nuestras propias ideas como un científico aborda un experimento:
con curiosidad, humildad, exigencia e infinita flexibilidad.
Nadie le dice “te equivocaste” a un científico por un experimento fallido.
No decimos: "No curaste una enfermedad",
en todo caso, decimos: "ya conoces una forma más que no funciona".
Ese conocimiento es oro.
De esa misma forma es como debemos tratar a nuestros errores creativos.
El boceto que no convenció, la landing que se derrumbó por su propio peso, ese lanzamiento que nadie notó… son datos. Fragmentos de verdad que nos dicen lo que nuestro trabajo no es, para que podamos acercarnos al trabajo que sí es.
Al ego no le gusta nada eso. Al corazón le duele un poquito.
Pero el experimento continúa.
Regresamos al laboratorio, para seguir buscando.
Hacer otra pregunta, descubrir otra idea.
Para captar un destello de lucidez, descubrir un nuevo elemento de nuestra voz.
¿Y si tenemos suerte?
Cuidemos ese espacio, nuestro laboratorio.
Sin exigir brillantez.
Sin demandar éxito.
Sólo invitar a las preguntas, a la curiosidad.
No miremos mal a lo que no funciona.
Estudiemos por qué no sucedió.
Porque la verdad es que la creatividad no florece en la perfección.
Nace en el proceso.
En la repetición.
En la recalibración.
En el acto de enfrentarnos a lo desconocido con herramientas en mano.
Crear es experimentar.
Así que la próxima vez que algo no funcione, no preguntemos: "¿Qué hice mal?".
Sino: "¿Qué aprendí?".
No estamos frallando.
Estamos refinando.
Sepan que en algún lugar, justo más allá de esa nueva iteración, algo hermoso nos espera para ser descubierto.
¡Gracias por leer Creative Workout! Espero que te haya sido valioso. Si así fue, compártelo con tus contactos o en redes sociales para que más personas puedan aprovecharlo.
Si tienes comentarios responde este mail, salúdame en notes o escríbeme por Linkedin.
¡Nos vemos la próxima semana! 🤘👨🏻💻🤘
Emma