Uno de las preguntas más recurrentes entre mis alumnos de Tecnología Creativa en Centro, es cómo romper el hielo en un proceso creativo.
Para quienes no tienen la gimnasia de pensar ideas o participar en procesos de ideación, tener esas primeras ideas es difícil. Puede llevar a que te frustres muy rápido, cuando en realidad la solución está ahí nomás.
Con algún que otro ejercicio que incorporemos a nuestra rutina, podemos comenzar a generar ideas e incorporar las herramientas necesarias para poder desarrollar procesos de ideación.
En este caso lleve a las sesiones una actividad muy sencilla de Olafur Eliasson.
Olafur es un artista plástico Dinamarqués de origen Islandés.
Las obras de Olafur se basan en crear experiencias inmersivas, siendo trabajos abiertos que puedan interpretarse de diferentes maneras según la persona que lo experimente. De esta forma involucra activamente a los espectadores en sus obras de arte.
La temática de sus obras siempre contiene temáticas sociales y en especial ambientales. Para Olafur, el arte tiene que tomar responsabilidad y replantearse la forma en que habitamos al mundo, cuestionando nuestra relación con la naturaleza y sus recursos finitos.
Un ejemplo de cómo cuestiona las percepciones del espacio, la luz y el color, lo pueden encontrar en la obra “Ice Watch” que realizó en tres oportunidades: 2014, 2015 y 2018.
Para realizar esta instalación, transportó grandes bloques de hielo glacial desde Groenlandia a Copenhague, París y Londres. Dispuso esos grandes bloques de hielo en forma de reloj y dejó que se derritieran para visualizar el acelerado cambio climático que vivimos.
Lo fuerte de esta experiencia, es cómo logró convertir el concepto abstracto del calentamiento global en una experiencia tangible para quienes residen en grandes centros urbanos.
El ejercicio que llevé a clases fue bastante más simple que transportar hielo polar a Ciudad de México. Su sencillez no radica en la mecánica, sino en que ni siquiera necesitas tener ganas para hacer esta actividad.
El ejercicio consiste en tomar una hoja en blanco y comenzar a garabatear sobre ella. Debes hacerlo sin ningún tipo de restricción. Sólo debes dar vueltas y vueltas el lápiz sobre la superficie una y otra vez. Sin pensar en lo que estás haciendo. Raya tu hoja sin sentido ni rumbo sobre el papel. No le des una idea, no le prestes atención. Realiza el ejercicio como si no tuvieses ganas de hacerlo.
Una vez que hayas llenado casi toda la superficie, debería verse algo así:
¿Qué estamos viendo?
Un dibujo abstracto, sin forma alguna. Como esos Pollock que podría pintar cualquier niña de 2 años en las paredes blancas e inmaculadas de una casa.
Esta es la fase más sencilla de este ejercicio de imaginación y fantasía. La que incluso no requiere nada de esfuerzo de tu parte. Pero lo más divertido es lo que sigue: ver lo invisible.
Vuelve a tu garabato.
Observa detenidamente.
Sigue las diferentes líneas que se presentan delante tuyo. ¿Qué te está mostrando ese garabato? ¿Hay algo ahí dentro? ¿Se formó algo? Pregúntale a tu imaginación, dile que asocie espacios y líneas, que te cuente qué es lo que se encuentra escondido entre ellas.
¿Lo estás viendo? ¡Dibújalo! Que cobren vida esas formas delante tuyo.
En la mía apareció un pato, un papiro, un huevo quebrado, un moño…
Algunas de las formas que aparecieron en las hojas de mis alumnos fueron estas:
Entonces, ¿qué asociaciones podemos encontrar sin proponernoslo? ¿Personas, robots, el interior de un motor, seres místicos?
¿Qué figuras encontraste en tu hoja?
Recuerden que pueden obtener mucho más de Creative Workout con el sistema de referidos:
Hay dos cursos a disposición y una sesión 1 a 1 para trabajar sus ideas conmigo. ¡No se los pierdan!
Este ejercicio no se trata de poder dibujar cosas sin darse cuenta, sino de hacer crecer nuestra imaginación. Darle un pequeño empujón de inicio y comenzar a asociar pensamientos y observaciones.
Es simple, es desganado y nos ayuda a ejercitar la observación de la mano de la imaginación. Nos ayuda a tener la visión de visualizar las uniones que todos los días se presentan delante nuestro.
Para llevar este ejercicio más allá de una hoja, detente a mirar a tu alrededor. ¿Qué cosas das por sentado día a día?
Por ejemplo, ir a comprar pan. Si eres de los míos, irás día intermedio a la panadería. ¿Qué elementos en ese proceso podrían mejorarse? ¿Cómo harías mejor ese acto de compra? ¿Qué podrías modificar que mejore tu experiencia?
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Emma