Imaginen que están visitando un lugar nuevo. Recuerden esa mentalidad de turistas, donde prestamos atención a todo. Observamos con más detenimiento, escuchamos nuevos sonidos, percibimos olores que no son lo usuales a nuestro día a día… Es como una atención exaltada y maravillada a lo ordinario, lo común, lo trivial. Pero al manifestarse en un lugar ajeno al nuestro, es inevitable que nos llame la atención.
Esa mentalidad de observación elevada y potenciada es difícil de encontrar en nuestro día a día. Al pasar la mayor parte de nuestro tiempo en lugares familiares, esa novedad inherente de las cosas tiende a perderse. Damos por sentado nuestro entorno, comenzamos a sentirlo como parte nuestra y le dejamos de prestar atención.
Esta familiaridad tiende a apagar una de las grandes herramientas de la creatividad: la observación. Si no prestamos atención a nuestro entorno, es probable que no encontremos nuevas conexiones que disparen ideas.
“(…) se trata de prestar atención. Se trata de asimilar tanto como puedas de lo que hay por ahí, y no dejar que las excusas y la monotonía de algunas de las obligaciones en las que pronto incurrirás limiten tu vida. La atención es vitalidad. Te conecta con los demás. Te pone ansioso. Mantente ansioso.”
Susan Sontag
Caminar por colores
En algún momento de los siguientes días, tomen el tiempo de realizar una caminata de 30, 45 minutos. Pero sumen la particularidad de que un color guíe su caminata. Antes de salir piensen cómo se sienten y denle un color a ese sentimiento: rojo, amarillo, gris, verde, azul, el color que deseen. Salgan la puerta de su casa, encuentren un elemento de ese color y caminen hacia él, asi sucesivamente hasta realizar un buen recorrido.
Luego de su caminata, piensen qué colores percibían primero, cuáles tardaron más en encontrar, qué colores no esperaban encontrar, si había alguna relación entre ellos, si pueden relacionar esos colores con sus sentidos o incluso si alguno de ellos parecían cambiar o desaparecer a medida que caminaban.
¿Encontraron algo nuevo en su entorno?
¿La caminata de colores les despertó una nueva idea?
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Emma