Les voy a contar de cuando tiempo atrás se acercó a mi anterior estudio de estrategia una emprendedora con una idea. No contaré detalles de qué nos contó ni de su campo de trabajo. No son relevantes para lo que deseo contarles, pero más allá de eso prefiero reservarme los detalles de su proyecto.
Su proyecto era un X para Y. Esta fórmula es bastante sencilla y refiere a tomar una determinada actividad o forma de resolver un problema llevada a otro industria.
Un ejemplo rápido puede ser Uber 🚘 para libros 📚: en una app solicito un libro que quiero leer por una determinada cantidad de tiempo, me lo traen y retiran a domicilio en el tiempo pactado a un monto fijado previamente.
Las ideas X para Y son un formato usual para describir ideas de emprendimientos, porque logran definir varias cosas con muy pocas palabras:
Te posiciona contra una empresa exitosa.
Transmite mucha información, y quien te escucha no necesita pensar mucho para imaginar lo que cuentas.
Facilita una rápida comunicación de lo que estas realizando (“María está haciendo un X para Y”) que colabora en divulgar tu proyecto.
Muchas de las grandes empresas que hoy conocemos, se contaron con esta fórmula:
YouTube era Flickr para video
¿Airbnb? Ebay para espacios libres
El gigante chino Baidu fue justamente eso: Google para China
En una evaluación preliminar, encontramos aspectos positivos y negativos en la idea que nos compartió:
En lo positivo ➕:
- Su idea provenía de su trabajo diario, conocía muy bien la industria donde debía desarrollarla;
- era una idea original (no había algo similar en ese momento);
- tenía el conocimiento y los recursos para realizarla
En lo negativo ➖:
- no tenía un prototipo de su idea;
- no había evaluado si había un público que la quisiera;
- todo surgió de una idea y no de un problema que había encontrado entre sus clientes o la industria en la que trabajaba.
En esta edición de Creative Workout vimos la importancia de partir de partir de un problema en lugar de una idea a la hora de emprender un proyecto.
Cuando partimos de un problema nos aseguramos de tener un público que necesita resolverlo. De esa forma podemos trabajar sobre un terreno más sólido y no tan etéreo como lo son las ideas. Conocer los problemas que posee una persona ante una determinada situación nos facilita diseñar una solución que beneficie a esa persona. Y les aseguro que si pueden resolver a alguien un determinado problema, ya tienen mucho camino salvado.
A pesar de ese ruido que encontramos, las posibilidades de la idea nos parecían muy interesantes. Por lo que decidimos avanzar con un roadmap para determinar si había un problema que necesitaba ser resuelto o si era una idea fugaz que podía sonar muy linda en la teoría pero imposible en la práctica.
A continuación les comparto ese roadmap.
Tómenlo como una guía en caso de que ustedes tampoco hayan hecho los deberes de comenzar por un problema como nuestra amiga emprendedora 😕.
No es una biblia, pero les puede ayudar a definir qué tienen entre manos y qué tanto necesitan validar esa idea antes de ponerse a desarrollarla.
El roadmap es muy sencillo:
Definir quién sería el principal usuario o cliente de su proyecto: sitúenlo en el acto del uso de su idea. ¿Qué le resuelven? ¿Cómo lo hacen?
Hablen con estas potenciales personas: seguramente conocen a alguien que podría utilizar su idea. Pregúntenle qué les parece: ¿la usarían o no? ¿Necesitan esa solución? ¿Están dispuestos a pagar por ella?
Diseñen un prototipo de su idea: háganla tangible, real. ¿Cómo se siente utilizarla? ¿Qué se puede mejorar?
Busquen a una de las personas que entrevistaron en los pasos previos. Invítenla a probar el prototipo: ¿cómo la recibió? ¿Qué hizo al verla? ¿La utiliza en la forma en que ustedes creían que lo haría?
En base a esos resultados del testeo: ¿qué se puede mejorar? ¿Qué estuvo muy bueno? ¿Qué no? ¿Encontraron algo nuevo?
Luego, la evaluación final de este primer proceso: ¿qué es lo mínimo a invertir para ejecutarla y qué más personas la utilicen?
Estos pasos son solo una pequeña parte de la ejecución de una idea. Pero les puede dar un panorama de qué cosas deben llevar adelante a la hora de realizarla.
El camino suele ser bastante más largo.
Pero siempre deben comenzar.
Comiencen en privado si tienen dudas.
Comiencen despacio si no tienen disponibilidad.
Comiencen poco a poco si no poseen muchos recursos.
Pero de una forma u otra, comiencen.
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¡Nos vemos en la próxima edición! 🤘🛣🤘
Emma