¡Hola!
Luego de unas semanitas ausente, he vuelto.
Sí, la ausencia fue el mundial de fútbol en Qatar. Disculpas, pero a medida que Argentina avanzaba en las instancias decisivas se me hacia más difícil encontrar el espacio y la concentración para continuar.
Pero esto trae tres buenas noticias:
La primera, es que el mundial terminó y ya no se volverá a repetir hasta en los próximos 3 años.
La segunda, Francia.
La tercera, no volveré a hablar del tema en este newsletter.
¡Gracias!
Luego de esta breve explicación, retomemos las actividades semanales de este hermoso newsletter.
Para esta época siempre hacemos un pequeño repaso de lo más destacado del año. Pero eso queda para la siguiente edición.
Hoy hablemos un poquito de la confusión y el desconocimiento.
¿Con qué frecuencia se permiten dudar y estar confundidos?
Solemos ver el desconocimiento y la confusión como algo negativo. Recuerden cuando nos preguntan algo de lo cual no solemos tener una respuesta concreta. Enseguida buscamos hilvanar una réplica y muy pocas veces solemos decir que desconocemos el tema en cuestión.
Tendemos a ver al desconocimiento como algo contraproducente. Pero estar confundidos o desconocer un tema en particular puede ser útil para nosotros. Con el enfoque correcto, podemos despertar nuestra curiosidad y generar motivación, compromiso y aprendizaje.
¿Y adivinen qué?
Esa confusión y desconocimiento puede llevarnos a descubrir nuevas ideas.
Cuando estamos confundidos, experimentamos lo que el psicólogo Jean Piaget llama desequilibrio cognitivo. Nos enfrentamos a nueva información que no encaja con nuestra forma de ver el mundo. Esto nos impulsa a profundizar y expandir nuestro conocimiento para comprender de forma más completa el cómo funcionan las cosas.
Por ejemplo, imaginen tener que escribir la historia detrás de tu emprendimiento cuando nunca escribiste más de 3 o 4 tuits en toda tu vida. Debes identificar qué necesitas decir, cómo hacerlo y conocer alguna que otra estructura narrativa. Esto nos desafía a expandir nuestra forma de ver el mundo y agregar una nueva perspectiva a nuestra caja de herramientas mental.
Aquí es donde nos encontramos en una decisión muy importante: evitar estos momentos de desequilibrio cognitivo o abrazarlos y buscarlos.
Generalmente estamos predispuestos a evitarlos. No lo neguemos, son momentos de incomodidad y exigen mucho esfuerzo. Pero al aceptarlos es donde despertamos nuestra curiosidad y salimos a buscar nuevas respuestas.
No es sencillo aceptar esta instancia de confusión cuando nos encontramos ante ideas desconocidas que se nos presentan de forma aislada.
Pero hemos visto incontables veces que de las asociaciones de conceptos dispares, es donde surgen nuevas ideas. Si logramos permanecer abiertos ante la confusión, lentamente podremos encontrar patrones de asociación, haciendo del aprendizaje de este nuevos conceptos, un proceso creativo útil y relevante.
¡Y adiós 2022!
En nuestra primera edición de 2023 tendremos nuestro usual repaso del año para calentar motores. El año que viene hay mucho material para lograr generar ideas de valor de forma amena y sencilla.
¡Les deseo un gran cierre de año y les deseo el mejor de los éxitos para el 2023!
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¡Nos vemos en la próxima edición! 🤘🇦🇷🤘
Emma