Unas semanas atrás tuvo lugar en Ciudad de México el programa IN-PULSO CREATIVO, Fondo Francés de Apoyo a las Industrias Culturales y Creativas.
El objetivo del programa fue identificar, capacitar, fortalecer y conectar los actores de las industrias culturales y creativas mexicanas a través de un programa de apoyo a 10 empresas del sector.
IN-PULSO CREATIVO tuvo lugar de enero a mayo de 2025, donde los 10 proyectos seleccionados participaron de un foro de encuentro de expertos en el ámbito de las industrias culturales y creativas, con un programa de capacitación activa y mentorías. También fue entregado un apoyo económico de MXN 200.000.- a MXN 400.000.-.
Las capacitaciones tuvieron como objetivo fortalecer las competencias de los proyectos participantes, enriqueciendo sus conocimientos para colaborar en el desarrollo sostenible de sus proyectos.
Los tópicos giraron alrededor de la propiedad industrial, planificación financiera, identificación de audiencias y comunicación, liderazgo y comercialización.
⚡️ 10 Proyectos creativos
Los finalistas corresponden a las áreas de arte digital y tecnología, moda, diseño, arte y artesanía, música y audiovisual:
CAMMARQ: conservación del patrimonio cultural de México a través de la integración de nuevas tecnologías para su virtualización.
docs-enlinea.com: la primera plataforma mexicana de streaming dedicada 100 por ciento al cine de no ficción.
Kip Tik: una empresa social comprometida con generar un impacto transformador en el sector artesanal de México.
Estudio Magnolia: una empresa editorial que se dedica a acompañar la escritura de personas que se acercan por primera vez a esta disciplina artística.
LAAA: un espacio de investigación y desarrollo enfocado en la conceptualización de nuevos proyectos con artistas, arquitectxs e investigadores, y la preservación del patrimonio cultural y natural.
Mácula Interactive: un estudio interactivo dedicado a la creación de experiencias narrativas para el arte, la investigación y la historia.
Muchachxs Salvajes: una productora de cine independiente de Guadalajara, México, que desafía las narrativas convencionales y apuesta por un cine con identidad disidente.
NAFF: una empresa musical que propone instrumentos que reaccionan al sonido tridimensional en tiempo real, expandiendo la interacción entre el músico y el entorno acústico.
Tlachi Games: un estudio de videojuegos para crear experiencias interactivas que impacten de manera positiva en el ámbito social, cultural y educativo.
Taller Cristo Rey: un colectivo multidisciplinario especializado en transformar materiales como madera, plástico, cerámica y tierra en piezas de diseño, estructuras arquitectónicas y obras de arte
🤩 Mi participación
Fuí invitado a participar en la última semana del evento desde mi rol como profesional de las industrias creativas y mi experiencia en venture capital con Love@FirstDeck y 0bs.
Primero brindé una charla de cierre de capacitación “Cómo pitchear tu startup luego de un proceso de incubación”. Aquí hablé de las dos vertientes que los proyectos podían tomar: un camino bootstrapeado o un rumbo acompañado por inversión externa.
El Bootstrapping refiere a autofinanciar tu empresa, reinvirtir tus ganancias para crecer sin depender de inversores externos. La filosofía de esta vertiente se centra en el crecimiento orgánico y sostenible, independencia estratégica y operativa, control total del equipo fundador y particularmente foco en la rentabilidad desde el inicio.
Las ventajas son claras, al no recibir capital de inversores externos, mantienes el control total sobre las decisiones de tu proyecto, tu crecimiento depende del éxito de tu producto o servicio y tienes menos presión externa por resultados acelerados.
Este camino también tiene sus retos y desventajas, ya que el crecimiento es típicamente más lento por ejemplo. Esto puede ser riesgoso si tu proyecto está subido a alguna tendencia en particular (competencia, hype). También son posibles los riesgos financieros y la escalabilidad puede limitarse por la velocidad de reinversión.
Un ejemplo clave de startup mexicana en esta vertiente es SomeoneSomewhere:
Una marca de ropa que trabaja con artesanos de Mexico, combinando su artesanía con los mejores materiales y diseños, enfocada en comercio justo y ético.
Luego tenemos el camino del Venture Capital, del cual ya hablamos en otra edición de Creative Workout.
Para refrescar, esta industria se dedica a la inversión privada destinada a startups con alto potencial de crecimiento y escala rápida. Estos fondos de inversión brindan acceso inmediato a capital sustancial que te permiten crecer agresivamente sin tener foco en rentabilidad sino en validación del proyecto. También ayudan al compartir sus redes estratégicas y brindar mentorías prácticas en pleno crecimiento del proyecto.
El ejemplo mexicano en este caso fue Ben & Frank:
La cadena de ópticas tuvo una expansión acelerada tanto en México como en otros países de Latinoamérica luego de recibir capital emprendedor.
Luego de esto, hablé sobre la importancia de las narrativas con propósito y cómo armar un Pitch Deck que enamore a inversores.
Unos días más tarde, tuvimos una segunda sesión con una dinámica muy divertida: cada proyecto debía pitchear su startup en 7 minutos.
Aquí les dejo un video resumen de todo el programa. Si prestan atención, me van a ver aquí y allá:
🧐 Creatividad versus negocio
Lo que me llamó la atención fue el tema recurrente que debatí con los creadores seleccionados: el dilema de comercializar sus creaciones.
Esta es una de las tensiones más viejas y aún no resueltas del mundo creativo: la falsa dicotomía entre integridad artística y sostenibilidad económica. Es una trampa emocional muy común entre creadores de las industrias culturales latinoamericanas. Aquí el discurso heroico del arte puro sigue teniendo un peso romántico y un poco autoflagelante. Pero deberíamos romperlo.
El artista que logra capturar una emoción, una crítica, una visión del mundo y puede traducirla en algo que moviliza, está generando valor. El valor puede ser funcional, emocional o social, pero es valor. El dinero no es lo que contamina; es la falta de intención lo que desdibuja la obra. Monetizar con sentido e idealismo es tejer un puente entre una visión de cambio y el mundo.
Los ejemplos abundan en la historia del arte contemporáneo. Warhol vendía serigrafías de sopa, de Marilyn, de Elvis… pero también vendía una declaración de principios: si se puede reproducir, se puede vender. Koons hace figuras kitsch gigantes que puedes ver en museos de todo el mundo. Hirst corta un tiburón, lo guarda en formol y le pone una etiqueta de precio.
En la música, Kings of Leon, Chainsmokers y Snoop Dogg comenzaron a vender sus obras en formato NFT. ¿Cuántos grandes escritores conoces que dan talleres de escritura? Andy Puddicombe era un monje budista que lanzó Headspace para compartir los beneficios de la meditación.
Todo forma parte de un ecosistema de símbolos donde lo artístico, lo comercial y lo inspiracional convergen.
Crear y vender son partes de un mismo flujo. ¿Cuál es el valor de una idea si no se ejecuta? ¿Y el propósito? ¿Dónde queda? El arte con propósito, narrativa y distribución es una herramienta de transformación social.
En este contexto de herramientas digitales cada vez más poderosas, el creador debe asumir un rol más amplio: curador de sentidos, narrador de futuros y diseñador de experiencias valiosas. Un proyecto es la expresión viva de nuestras ideas. Es la forma en que podemos contarle nuestras ideas a las personas. Nuestra manera de decirle al mundo "me gustaría verte de esta forma".
Quien paga por una obra está invirtiendo en esa nueva visión del mundo. Son mecenas modernos que colaboran en crear un futuro que aún no existe. Pero para que ese futuro exista, los creadores deben saber contar su historia y no tener miedo de monetizar ese valor que están trayendo al mundo.
Muchos creadores no saben vender porque nunca les enseñaron que podían hacerlo sin perderse en el intento. Por eso, proyectos como IN-PULSO CREATIVO son tan importantes en este contexto. Deberían existir cientos más que enseñen storytelling, pricing, pitching, planificación financiera, diseño de producto… herramientas que permitan a los creadores compartir su visión del mundo.
Hay un millón de cosas que solucionar en este mundo, y tenemos miles de herramientas disponibles para mejorar nuestro entorno y el de los demás.
A todos los creadores que buscan ideas con ese noble anhelo de querer cambiar el mundo: no están solos. Hay mucha gente que quiere apoyarlos. Personas que saben que solo los optimistas son capaces de cambiar el mundo.
Es hora de dar el primer paso.
Gracias a Andrea Bustillos, Dorothée Dupuis, Ammélie Mammou y Roberto Cabezas por haberme hecho partícipe de este inmenso proyecto.
¡Gracias por leer Creative Workout! Espero que te haya sido valioso. Si así fue, compártelo con tus contactos o en redes sociales para que más personas puedan aprovecharlo.
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¡Nos vemos la próxima semana! 🤘👨🏻💻🤘
Emma