Creative Workout es un newsletter para generar ideas para proyectos y/ó emprendimientos. Si bien el significado de este último término es común en el colectivo general, proyectos no es un término tan claro.
Por lo cual, así como en algún momento me decidí a definir la creatividad, las ideas y la innovación, llegó el momento de definir “proyectos”.
Aquí es donde me encontré que definir “proyecto”, es difícil. En esencia son expresiones creativas. Son formas de contar nuestras ideas. Pero es una definición tan abarcativa que entra cualquier cosa ahí: un libro, un video, un guión, un cuento, se puede monetizar o no, puede durar un mes o una década… en fin, muchas cosas.
Medité un montón sobre esa definición y llegué a la conclusión de que quizás lo mejor sea mostrar mis proyectos para ejemplificar esa inabarcable cantidad de cosas que entran en su definición.
Ahí vino otro debate interno, el de mostrar y hablar de las cosas que hice. Lo pasé rápido porque el debate más grande lo generó la duda de qué mostrar para ejemplificar.
Un proyecto es cualquiera de las cosas que van a leer a continuación y a su vez, ninguna de ellas:
La Promesa de Tilcara
Previo al mundial de 1986, la selección de fútbol de Argentina fue a entrenar a Tilcara en la provincia de Jujuy, para aclimatarse a la altura de México. En esa ciudad se encontraba la virgen de Tilcara, a quien se le atribuían poderes místicos. Antes de partir hacia México a disputar el mundial, el plantel le realizó una promesa a la virgen: si Argentina ganaba el mundial, el plantel entero volvería a Tilcara a agradecerle a la virgen.
Argentina gana la copa en México con un Diego Maradona gigantesco. Pero luego del triunfo el plantel nunca volvió a Tilcara para agradecerle a la virgen. Con el correr de los años y las constantes derrotas de Argentina en los mundiales siguientes, surgió el mito de hasta que no vuelva el plantel de la selección de fútbol a disculparse con la virgen, nunca volveríamos a ser campeones.
Con un amigo nos enteramos de este mito y decidimos hacer algo al respecto. Montamos un video explicando esta historia donde cerrábamos con un pedido: que la selección de fútbol vaya a Tilcara y de las gracias a la virgen previo al mundial de Sudáfrica 2010.
Subimos el video a YouTube, lo compartimos con todos nuestros amigos y contactos y cruzamos los dedos.
A la semana de publicado, el video había superado las 20,000 vistas. Al ver esta reacción, armamos rápido una fanpage en Facebook para albergar una comunidad alrededor de este pedido y generar mayor alcance.
En un mes el video había pasado las 500,000 vistas, la fanpage tenía 100,000 seguidores, cientos de mensajes directos ofreciendo ayuda para concretar la promesa. Desde invitaciones a programas periodísticos, gente que ofrecía alojamiento o comida para el seleccionado en Tilcara, hasta una persona que ponía a disposición su flota de micros escolares para llevar al plantel hasta Tilcara.
Quizás hoy las 500,000 vistas no suenen a mucho, pero tengan en cuenta que esto fue hace 14 años. La cantidad de personas que tenían acceso a un smartphone o incluso a internet era considerablemente menor que hoy día. El video montado en FilmMaker de Windows en una PC toda latosa, superó cualquier expectativa previa.
Quedaba sólo un mes para el comienzo del mundial 2010, y el pedido llegó a Julio Grondona, el entonces presidente de la Asociación de Fútbol Argentino. Una carta muy sencilla con el pedido y varias páginas con los cientos de miles de firmas recolectadas por el video.
Por cuestiones de tiempo no logramos que el plantel vaya a Tilcara, estuvimos cerca. Pero logramos tocar la fibra de un componente cultural y emotivo muy grande en Argentina.
Cuentos Fantásticos
Otros de mis proyectos fue escribir cuentos cortos. Este surgió de un ejercicio que propuse en una clase de creatividad en la ESCP:
escribir un cuento corto de 200 a 350 palabras con un personaje de la última película que vieron y que suceda en la última foto del carrete de su mobile.
La premisa me pareció interesante y decidí implementarla con algunas variantes: quizás no era una película sino un libro, las fotos en lugar de ser digitales podrían ser análogas, y así…
Empezaron a surgir un montón de cuentos. Uno de ellos era el siguiente:
A medida que creció la cantidad de cuentos (21 en total), ví lo bien que funcionaba el ejercicio. Al día de hoy lo sigo utilizando en clases.
Prueben hacerlo. Es muy divertido.
Recuerden que pueden obtener mucho más de Creative Workout con el sistema de referidos:
Hay dos cursos a disposición y una sesión 1 a 1 para trabajar sus ideas conmigo.
¡No se los pierdan!
Ayer No Dormimos
Este fue el primer libro que publiqué, un proyecto de auto-gestión con mi gran amigo, Fer Zagales.
“Ayer no dormimos” fue un libro-objeto con una edición de 2,500 ejemplares y otra edición artesanal hecha 1 a 1 (la de la foto superior) de sólo 10 unidades.
Este libro es una historia en tres haikus. Dos de ellos escritos con palabras, el restante con imágenes. Un haiku se compone de 3 frases compuestas por 17 unidades fonéticas o sílabas. Por lo cual la historia contenía 17 imágenes y dos pequeños haikus de 3 frases cada uno.
Tomé las fotos con una Lubitel 166b en el cementerio de General Belgrano, Provincia de Buenos Aires. Luego de una selección, Fer ilustró a mano juguetes olvidados a lo largo del cementerio.
La historia era sencilla, los niños del cementerio salieron a jugar de noche y al otro día olvidaron sus juguetes por todo alrededor.
Lo increíble de este proyecto es que logramos presentarlo en una muestra:
Para presentar las imágenes que componían el segundo haiku, hicimos pequeñas tumbas montadas sobre tablas de skate cortadas:
Aquí felices cuando todo terminó.
Esa alegría al haber terminado fue muy especial, porque “Ayer No Dormimos” estuvo tocado por la magia de las casualidades. Desde que realicé las fotos al día del lanzamiento pasaron apenas 60 días. Una clara muestra de que si estás preparado y con ganas de que las cosas pasen, el universo conspira a tu favor.
origen
Pero esa no fue mi primera muestra artística. Apenas un año antes hice una muestra fotográfica en conjunto en una galería de Palermo, Buenos Aires, de la que ya olvidé el nombre.
“origen” hablaba de la luz a la cual siempre volvemos.
Toda comenzó con un experimento, cómo encontrar en cada imagen el hilo más fino de luz que pudiera representar una forma.
A fuerza de prueba y error realicé cientos de fotos. En un momento creí tener un libro inmenso. Pero cuando surgió la posibilidad de exponer el proyecto, entendí lo muy difícil que es el trabajo de curaduría y edición de una muestra. De esos cientos de fotos, sólo 7 imágenes llegaron a la exposición.
Ensalada de proyectos
También tuve un período muy prolífico con mi mujer con quien realizábamos proyectos en conjunto. Todos muy artísticos, desde una serie de collages que ahora decoran nuestra casa, a intervenir ydecorar pick guards de guitarra, e incluso terrarios tematizados con muñecos de 5 centímetros de altura contando pequeñas historias.
Realicé montones de cosas: Hibernar, un cuento ilustrado sobre una tortuga; Red Light District, una crítica a la fotografía de moda en formato collage; Retratos Invertidos, una observación a las (por entonces) incipientes redes sociales y nuestra vida digital; Instantes, un ensayo fotográfico de las momentos que se pierden fuera del marco de una fotografía; este newsletter que están leyendo ahora, guiones cinematográficos y etcéteras más…
Creo que el más ambicioso pero quizás menos artístico de ellos fue un Venture Builder. Esto es una suerte de fábrica de empresas enfocada en crear y desarrollar startups desde cero, utilizando sus propios recursos y conocimientos.
Como estudiante de la Maestría de Negocios, Innovación y Creatividad de Centro, encontré un dato concreto. De cada 10 estudiantes sólo 1 o 2 proyectos desarrollados en la Maestría se convertían en una empresa.
¿Cómo podía ser que una Maestría diseñada para aprender a emprender no creara emprendedores?
Detrás de ese dato encontré que el principal problema de los estudiantes residía en que luego de la Maestría se quedaban solos, sin apoyo. Por lo cual al no tener un grupo de soporte que les ayudaran con el proyecto una vez terminado el programa, la empresa no cobraba vida. Que un proyecto de maestría pasara a ser una empresa dependía de cuanto un alumno podía avanzar en él durante el programa.
Para sumarle un grado de dificultad a la idea de crear una empresa que creara empresas, decidí que el formato sería una DAO. Una Organización Autónoma Descentralizada es un tipo de agrupación digital que no tiene representación física de ningún tipo. La jerarquía de los integrantes no existe, ya que toma un formato horizontal donde cada uno tiene el mismo peso de decisión, participación y propiedad de la organización. Su funcionamiento y campo de acción se establece antes de comenzar y queda registrado (aquí viene lo más difícil) en blockchain. Esto implicaba que antes de cada acción a tomar, se debía votar digitalmente y el resultado se auto-ejecutaba por las bondades de la tecnología.
En retrospectiva, convencer a 15 estudiantes que participaran de este experimento fue lo más fácil del proyecto. Coordinar las horas de trabajo de cada una de esas personas para convertir proyectos de estudiantes en empresas, fue un caos. Sus 15 meses de vida fueron una montaña rusa de emociones, pero fue un lindo experimento en coordinación y ejecución.
Si ahora nos tomamos una pausa y respiramos hondo, creo que la definición de “Proyecto” se hace más clara en nuestras mentes.
Un proyecto es una ejecución creativa.
Es la expresión viva de nuestras ideas.
Es la forma en que podemos contarle nuestras ideas a las personas.
Nuestra manera de decirle al mundo “me gustaría verte de esta forma”.
Quizás la ejecución de un proyecto, sin importar si crece en algo más grande o concluya al poco tiempo, no cambie al mundo entero.
Pero nos enseñará lo difícil de ejecutar, a superar nuestros miedos, al síndrome del impostor, a escuchar la perspectiva de otras personas, a cómo recibir consejos o retroalimentación para que nuestras ideas sean más grandes, a darnos cuenta que si algo suena bien en nuestra cabeza puede no ser tan genial fuera de ella.
Lo digo en casi todas las ediciones de este newsletter: saquen sus ideas al mundo.
Conviertan esas ideas que están en un papel en un proyecto vivo al alcance de cualquier persona.
Que se vea. Que salga. Que se conozca.
Ser creativo es ser optimista. Es tener ese delirio de querer cambiar al mundo con una idea.
Denle vida a sus ideas, porque el primer mundo que van a cambiar es el de ustedes.
¡Gracias por leer Creative Workout! Espero que te haya sido valioso. Si así fue, compártelo con tus contactos o en redes sociales para que más personas puedan aprovecharlo.
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¡Nos vemos la próxima semana! 🤘👨🏻💻🤘
Emma
Colega, has hecho tantos proyectos y tan diversos que tu definición no puede ser otra que la que explicaste. La mentalidad del artista emprendedor no conoce límites.
Fue un placer leer tus aventuras creativas.