El Celler de Can Roca es un restaurante en la ciudad de Girona, España.
Es uno de los restarurantes más importantes del mundo, con tres estrellas Michelin y rankeado mejor restaurante del mundo en 2013 y 2015. Detalle no menor, fue segundo en 2011, 2012, 2014 y 2018.
El Celler de Can Roca está comandado por los hermanos Roca. Su historia no es asombrosa ni especial. Una familia que lleva varias generaciones en la ciudad de Girona, que siempre vivió en el mismo barrio de las afueras de la ciudad y que ha dedicado su vida a la cocina.
Los hermanos son Joan, Josep y Jordi, cada uno experto en su terreno. Joan en la comida, Josep en los vinos y Jordi en los postres.
Y a este pequeña y fundamental característica, se le suma la libertad creativa con la que siempre manejaron su negocio.
Una libertad que puede verse en un capítulo especial en Chef’s Table sobre la historia del menor de ellos, Jordi.
La particularidad de Jordi es que sufrió una laringitis. Luego de haber superado esta enfermedad, quedó afónico. Cada vez que habla se le pierde la voz, por lo cual está privado de una capacidad de expresión fundamental a la hora de llevar adelante un restaurante de este calibre.
Pero para Jordi está limitación lo lleva a hablar muy poco y escuchar mucho más.
Jordi sólo habla cuando hace falta.
Y eso lo lleva plantear cosas inusuales, porque al verse forzado a hablar poco, debe demostrar con hechos las conexiones que suceden en su cabeza. A decir mas con el trabajo.
Para Jordi, esta forma de combatir su falencia en el habla, es su terapia médica. Abocarse a crear para seguir creciendo y no estancarse. Que esa limitación sea la catapulta de su creatividad.
Los tres hermanos se sienten como uno solo. Ellos mismos se describen como un triángulo equilátero que involucra lo sólido, lo líquido y lo dulce. Cocina, vino y postres. De ahí nace su filosofía, de las motivaciones internas que cada uno posee, inspirados uno en otro. Y al compartir esa visión sin resignar su personalidad, se reflejan uno a otro generando infinitas variantes:
Por eso, para los hermanos Roca, la creatividad es un acto que atraviesa todo:
Por si no pueden leer la foto:
La creatividad es un acto de terapia, curación y reconciliación.
La creatividad en El Celler no necesariamente tiene que ver con la ciencia de los alimentos, sino con otro punto de vista: la creación pura. Un plato puede nacer a partir de una vivencia. O no. La creatividad configura una obra-río con muchos afluentes: en El Celler los principales son fraternales, aunque tampoco quieren renunciar a las buenas píldoras creativas procedentes de su brillante equipo y de la transversalidad.
Quieren ser proactivos. Saben que los valores compartidos movilizan y amplifican. Así lo demuestran los ejemplos de colaboración transversal que ellos mismos describen a continuación, tan solo una muestra de la voluntad integradora y la capacidad dialogante de los hermanos Roca.
¿Y qué nos dicen los hermanos Roca?
Que la creatividad se nutre del otro, se cultiva en los errores, se comparte con todos, se critica con respeto y se trabaja con humildad todos los días.
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Emma