Imagina que abres Waze para ir a un lugar nuevo. Marcas el destino, la app te ofrece un par opciones con pequeñas diferencias de llegada. Seleccionas el que crees más conveniente y comienzas tu viaje.
Más o menos así es como funciona el proceso creativo: tienes un objetivo claro y sabes a dónde querés llegar.
Pero el camino para llegar puede tomar giros inesperados.
🛣️ La ruta nunca es perfectamente recta.
Durante el viaje, Waze te avisa: hay congestión en la ruta elegida. Te sugiere un camino alternativo.
Obvio que venís distraído, estás cantando a más no dar: “Mamma mia! Mamma mia! Mamma mia let me go!”
Te das cuenta tarde del aviso, te confundís y tomas una calle equivocada. Pero en lugar de volver al inicio, Waze recalcula y encuentra una nueva ruta.
Y aquí viene la sorpresa: este "error" resulta en un mejor tiempo de llegada.
⚠️ Como en todo viaje, el proceso creativo tiene sus propias etapas:
Descubrir: el punto de partida. El momento para leer, observar el mundo, absorber información.
Recopilar: donde anotas todo lo que llama tu atención, como escribir un mapa mental de todos los puntos de interés que encuentras.
Generar: el lugar lindo, la divergencia. Tus notas se disparan en múltiples direcciones, el momento en el que trazas todas las rutas posibles.
Copiar, transformar, combinar: comienza la convergencia, conectas ideas dispares que en principio no parecen relacionarse, casi como cuando Waze encuentra atajos inesperados.
Refinar: seleccionas las mejores, las que resuenan contigo, las que te hacen sentido, comenzar a optimizar la ruta hacia tu destino deseado.
❤️🔥 Ahh… el dulce y ciego amor que nos brindan las ideas
A veces nos aferramos tanto a nuestra idea inicial que, ante cualquier obstáculo, preferimos volver al punto de partida y comenzar de nuevo ⛔️. Es como si al equivocarnos de calle, en lugar de permitir que Waze nos redirija, decidiéramos volver a casa y empezar el viaje otra vez. ¿Se imaginan hacer eso?
Invito una vez más a Creative Workout, a nuestro querido amigo James Clear:
James nos dice (entre tantas cosas), una cosita respecto a esta etapa del proceso creativo:
"Cuanto más atada está una idea a tu identidad, más ignorarás la evidencia que la contradice".
Esto se llama apego. Querer aferrarnos a las ideas que están fuertemente ligadas a nuestra identidad. Error. Como creativos tenemos que aprender a soltar. Dejar que fluya.
Si no es esa idea, será otra.
🗝️ Porque la clave está en el destino, no en la ruta
Cada vez que pensamos una idea debemos estar dispuestos a aceptar que hay múltiples caminos hacia nuestro objetivo. Cada desvío que encontremos es una nueva oportunidad de descubrimiento.
Por eso también debemos contar nuestras ideas para entender otros puntos de vista, porque un buen feedback es como una actualización de tráfico en tiempo real.
El foco debe estar en el destino: llevar nuestras ideas al mundo. Que las ideas salgan de nuestro bloc de notas, Word, Notepad, Figma, Notion, nota de voz, lo que sea.
Al final, la creatividad no se trata de seguir un mapa perfecto, sino de estar abierto a los desvíos que pueden llevarnos a destinos que no visualizamos e incluso mejores que los planeados.
¿Y ustedes, van a dejar que su GPS interno les sorprenda con nuevas rutas?
¡Gracias por leer Creative Workout!
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¡Nos vemos la próxima semana! 🤘🗺️🤘