En la edición de hoy no verán un framework. Sino algo más cercano a un minset. Porque encontrar una buena idea es como estar enamorado.
Simplemente lo sentís.
¿Lo puedes explicar?
Mmm… ni sí ni no.
Pero sabes que lo estás.
La edición de hoy es un grupo de observaciones a esa sensación de amor que tenemos cuando una idea nos gusta mucho.
Toda gran idea posee tres elementos.
Resuelve un PORQUÉ. Mucho antes de saber la utilidad de tu idea, debes primero saber porqué la gente la querría. El PORQUÉ define el QUÉ.
Resuelve un problema que un montón de personas poseen en su vida diaria.
Te persigue. Te acecha. No te deja. Es un pensamiento del cual no te puedes alejar.
Este último punto tiene que ver con que antes de implementarla o lanzar tu idea al mundo, uno debe buscar todos los puntos flojos que posee. Incluso probarla por tí mismo.
Para tomar mejores decisiones, debes bajar el ritmo y desacelerar.
Tomen una sencilla regla para aplicar este pensamiento:
A cuanto más increíble que parezca la idea que posees, más tiempo dedica a analizar, investigar, probar y prototipar antes de llevarla a la luz.
Hacer realidad una idea lleva mucho, mucho tiempo. Lanzar la idea es simplemente el primer paso, porque una vez que esa idea ve la luz comienzan a surgir los puntos flojos, las procesos que debes refinar, el modelo de negocio, su escalabilidad, etc… Y todo esto, no les va a llevar uno o dos días. Pueden tardar años en llegar al estadio ideal de su idea. Por lo cual, dedicar meses a profundizar y evaluar su idea desde todos los ángulos posibles, es una buena inversión.
Las mejores ideas son analgésicos y no vitaminas
Las vitaminas no son esenciales. Nos hacen bien, sí. Pero podemos vivir sin ellas.
Pero si no tomamos un analgésico, el dolor nos perseguirá irremediablemente.
Una "idea vitamina" se refiere a un producto o servicio que es beneficioso y mejora la calidad de vida, pero que no es necesariamente esencial para la supervivencia. Por otro lado, una "idea analgésica" es un producto o servicio que es necesario para resolver un problema o aliviar un punto de dolor, brindando una solución necesaria a una necesidad inmediata.
En otras palabras, una vitamina es agradable de tener, pero un analgésico es imprescindible.
Tu idea, ¿está solucionando un problema a las personas? ¿O simplemente es una idea que les hará bien por un rato y ya?
Aunque tu idea nazca de un problema que encontraron o de un momento de inspiración, el PORQUÉ siempre debe ser claro y sencillo de contar. Y para eso deben tener un buen gancho.
Pero no siempre ese gran PORQUÉ puede llevar adelante un negocio o una empresa. Aquí volvemos al principio, esa idea debe perseguirte. Esa idea te debe enamorar.
Y ese proceso es casi siempre comienza con un “¿cómo puede ser que a nadie nunca se le ocurrió esta idea?”. Luego comienzas a explorar un poco más sobre ella y sí, ya se le había ocurrido a alguien. Y no solo eso, también fallaron en hacerla realidad. Ahí te das cuenta de que esa idea posee un obstáculo inmenso y por eso los demás anteriores a ti fallaron. Al tiempo de resignarte por ese inmenso obstáculo, la idea vuelve a tu cabeza. Comienza a merodear en cada momento de tu día a día hasta que encuentras una forma de rodear el o los obstáculos que encontraste previamente. La idea comienza a ser un poco más real. Decides dedicarle más tiempo. Luego más y más hasta que encuentras esa primera forma de llevarla al mundo.
En mi opinión, ese tiempo debes respetarlo. Incluso disfrutarlo. Sí, disculpas por el spoiler, pero realmente no es un período lleno de goce. Te encontrarás con muchas paredes y frustraciones. Pero encontrar una gran idea no es una cuestión de azar. Todo lo que vale la pena lleva mucho tiempo en concretarse. Tiempo para entender, para prepararse, tiempo para que las cosas funcionen.
La primera versión de lo que hagas nunca será la mejor versión de tu idea. Será la que logres llevar adelante, pero definitivamente no la mejor. Lo bueno es que para la segunda versión de tu idea, ya tendrás un camino recorrido y será un poco más sencillo.
Tendrán muchas, montones de ideas a lo largo de su vida. Pero la única forma de saber si una idea es realmente superadora, es analizarla lo suficiente para encontrar sus riesgos, fallas, puntos ciegos y amenazas. Cuando se den cuenta de que no importa lo que hagan o las nuevas ideas que les surjan, siempre terminan volviendo a esa idea, ahi estarán preparados para solucionar cada uno de esos puntos flojos que encontraron previamente.
Y si eso no sucede, no es una idea. Es una distracción.
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Emma