Cada tanto vuelvo al libro “The Creative Act” de Rick Rubin. La forma en que está escrito (como si fuesen meditaciones individuales), te llevan a redescubrir significados en cada lectura.
Al pensar en los nuevos significados que se redescubren, pensé en Heráclito. Y ahora que veo un retrato de él, es un poco parecido a Rick, ¿no?
“Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces,
porque ni el hombre ni el agua serán los mismos.”
Heráclito
De vuelta a las tantas joyitas suelo encontrar, en esta edición me voy a concentrar en las 13 preguntas para liberar el potencial creativo.
Hagamos el ejercicio de llevar estas 13 preguntas a la generación de ideas de emprendimiento:
Pregunta 1: ¿Qué es lo que más te entusiasma de este proyecto en este momento?
El entusiasmo es el combustible de la creatividad. Porque la emoción nos permite energizar nuestra mente, nos brinda impulso para resolver problemas y obstáculos y atrae colaboradores.
Ante este nuevo proyecto que estás trabajando, ¿qué parte te acelera el corazón? ¿El producto innovador? ¿El público a quien podrías venderlo? ¿El equipo que lo desarrolla contigo? Esta pregunta te permite entender la primera fortaleza de tu proyecto.
Pregunta 2: Si pudieras eliminar cualquier limitación o expectativa, ¿cómo sería esa idea?
A lo largo de The Creative Act, Rubin brinda muchos ejemplos de cómo nuestro mayor enemigo solemos ser nosotros mismos. Si nosotros logramos despejar estos dos componentes, podemos evitar la autocensura, revelar nuestros deseos como emprendedores y eventualmente llegar a ideas innovadoras.
Imagina que estás pensando vías de monetización de tu proyecto. ¿Qué pasaría si puedes venderlo a cualquier parte del mundo? ¿Y si el tamaño de mercado a quien te diriges no es una traba? O mejor, ¿puedes acceder a algún programa de financiación gubernamental, subvención o donación? Ese proyecto, ¿podría dar el paso a ser un micro-emprendimiento? Esta pregunta es la que te conduce a esa frase que tanto hablamos en Creative Workout: una idea puede cambiar el mundo, tu mundo.
Pregunta 3: ¿Cómo podemos reducir esto a sus elementos esenciales?
La simplicidad tiene un poder inmenso. Es la metodología de primeros principios. Una pregunta que nos ayuda a identificar qué es importante, cuál es núcleo de tu propuesta de valor.
¿Cómo es la experiencia para tus compradores? ¿Pueden acceder de forma sencilla al beneficio que les ofreces? ¿Y si puedes sacar instancias para acceder a ese beneficio? En lugar de 5 pasos, que sea en 3. Si es una app, que no necesiten crear un usuario para utilizarla. Con esto puedes eliminar el ruido, lo superfluo, y concentrarte en brindar soluciones que resuenen profundamente.
Pregunta 4: ¿Qué pasaría si intentáramos hacer lo opuesto a lo que estamos haciendo ahora?
La creatividad es unión de opuestos. Copiar, transformar, combinar. Conceptos que aparentan no tener relación hasta que nosotros la encontramos. Encontrar el opuesto puede llevarte a un avance inesperado.
Y si en lugar de cobrar cada vez que una persona hace uso de tu idea, ¿pagara una sola vez? ¡Pum! Nuevo territorio. Ahora tu idea necesitará de más personas que paguen una sola vez en lugar de pocas personas que paguen muchas veces. ¿Tu idea está preparada para alcanzar a más gente?
Pregunta 5: ¿Cómo abordaría un niño este problema?
En esta pregunta hay un poquito de Richard Feynman. ¿Recuerdan? “Si sabes tanto de un tema deberías poder explicarselo a un niño de 5 años.” El tema con la visión infantil es que ellos no están sometidos a reglas y límites como los estamos los adultos a diarios. Un niño es imaginativo por naturaleza y no tiene miedo de hacer el ridículo y mucho menos equivocarse.
¿No sabes cómo comunicar tu producto? Piensa en una solución desde esta perspectiva. En seguida notarás que la simplicidad es la constante. Te verás lejos del exceso de pensamiento que solemos tener.
Pregunta 6: ¿Cuál es la forma más simple de contar esta idea?
Cada vez que emprendedores cuentan una idea con términos complejos o técnicos, sé que no poseen una gran idea. Son aquellos que se quieren subir a las tendencias del momento o que desean aparentar algo que no son.
¿Puedes explicar el propósito de tu proyecto en una frase? Si no puedes, aún te falta. Debes seguir trabajando en la esencia de lo que estás construyendo. Lo simple pone a prueba la solidez de tu idea y suele conducirte a propuestas más poderosas.
Pregunta 7: Si este fuese el último proyecto que puedas hacer, ¿lo abordarías de manera diferente?
Pensar que la próxima es tu última gran idea, te brinda un sentido de urgencia y relevancia. Considérala como el pasaporte a la trascendencia. Un camino que te llevará a eliminar trivialidades, a centrarte en lo que importa e inspirar tu trabajo más auténtico.
De repente no estás realizando una tarea, tienes una misión. No vas a lanzar un producto, dejarás una marca en el mundo. Con ese mindset, nada vale más que tu propósito.
Pregunta 8: ¿Qué aspectos de la naturaleza podrían inspirar una nueva dirección para este proyecto?
La naturaleza es la creadora suprema. Siempre encuentra un camino hacia la creación. Es la fuente de inspiración total. En ella podemos encontrar soluciones infinitas y nuevas perspectivas que conduzcan a nuevos caminos.
¿Puedes crear un sistema de referidos de uso similar al sistema de raíces de un árbol? Los componentes de comunicación de tu emprendimiento, ¿pueden asemejarse a los de un Micelio?
Knock, knock, la naturaleza está golpeando a tu puerta con nuevas ideas.
Pregunta 9: ¿Cómo podemos crear más espacio o quietud dentro del trabajo?
En la vorágine de la creación, sumamos montones de cosas. Pero las ideas también necesitan reposar y tomar aire. Una pausa puede ser tan poderosa como la acción y nos clarifica para tomar decisiones más impactantes.
¿Posees muchos productos? ¿Puedes simplificar esa oferta y brindar menos opciones? Cuando evitas la sobrecarga, creas contraste y permites reflexionar ante la elección.
Pregunta 10: ¿Qué sucedería si aceptáramos los "errores" o accidentes que ocurren durante el proceso?
Nunca me cansaré de repetirlo: la perfección es enemiga de la acción. Buscar la perfección nos paraliza, no nos permite avanzar. Concibe a tu proyecto o emprendimiento como un camino de aprendizaje. Los errores generan descubrimientos y nos liberan de la presión que la perfección impone.
¿Lanzaste tu producto y no salió como esperabas? Brian Chesky siempre cuenta que lanzó 3 veces a su startup. Recién en el tercer intento Airbnb funcionó.
Cambia el foco. ¿Y si el error es una característica? Ahí puedes generar una oportunidad que no visualizaste antes. Recuerda, un proceso creativo es como un viaje en Waze. Maniobra hasta encontrar el camino correcto.
Pregunta 11: ¿Cómo sería mi idea si tuviera tiempo y recursos ilimitados?
Este es el "qué pasaría si..." más grande de todos. Porque es verdad que las limitaciones son las grandes aliadas de la creatividad. Pero a veces, necesitamos doblar las reglas para alcanzar grandes ideas.
En vez de pensar vender tu producto a 100 personas, piensa en 100,000. Y si tu producto tiene una función de traducción automática, ¿lo comprarían en India? Quizás no resulta, pero soñar en grande puede cambiar tu perspectiva de creador a emprendedor.
Pregunta 12: ¿Cuál es el sentimiento o la esencia central que estamos tratando de transmitir?
Siempre que escribes una historia debes saber qué quieres hacer sentir a quienes te escuchan. Un emprendimiento es una gran historia y es clave saber cuál será la resonancia emocional de tu proyecto. Te brinda foco y te guía en cada decisión de crecimiento.
Esta pregunta remite directo a las preguntas 3, 6 y 7. Es la diferencia entre hacer un producto y hacer algo que importa. En tener una misión.
Pregunta 13: Si tuviéramos que explicar este trabajo a alguien de una industria completamente diferente, ¿cómo lo haríamos?
Una gran idea no tiene límites. Te enfocan en el valor fundamental que deseas brindar.
El concepto de tu emprendimiento, ¿puede hablarle a más personas? Es la gran diferencia entre ser súper-local o crear para el mundo.
Estas 13 preguntas son una herramienta de reflexión creativa y a su vez, un mapa para navegar la incertidumbre del emprendimiento. Recuerda la cita de Heráclito que abre esta edición: cada vez que las respondas encontrarás nuevos significados y direcciones.
No las uses como una lista de verificación, sino como brújulas que te pueden orientar cuando te sientas perdido en el proceso. Ya sea que estés definiendo tu propuesta de valor, pivoteando tu modelo de negocio o expandiendo tu visión. Estas preguntas te ayudarán a mantener el equilibrio entre la innovación y la ejecución.
Porque al final, emprender es un acto de creación constante. Y como todo acto creativo, requiere tanto de estructura como de libertad, de disciplina como de juego.
¿Te animas a responderlas?
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¡Nos vemos la próxima semana! 🤘👨🏻💻🤘
Emma
Justo me compré este libro y ahora me encuentro con tu post... vaya que sí, que me tengo que poner a crear sin dar más vueltas.