Yoshimi Battles The Pink Robots es un disco de The Flaming Lips. El disco que puso en el mapa de la música internacional a la banda.
Muchos habrán escuchado que la historia detrás del título y tema principal del disco gira en torno a una amiga de ellos que se encontraba combatiendo el cancer, pero no. No es así.
Sí hay una Yoshimi, y es Yoshimi Yokota, quien fue baterista de los Boredoms, una banda alternativa japonesa.
La historia de los robots refiere a una sesión en el estudio de Flaming Lips. Entre ensayos y prácticas, ahí estaba Yoshimi experimentando con instrumentos, samplers y demáses. En un momento, Yoshimi utiliza un procesador de voz y los miembros de Flaming Lips le dicen que sonaba como si estuviera luchando contra robots. Luego Wayne Coyne (cantante y líder de los Flaming) dijo que los robots eran rosas. A continuación sólo quedaba acomodar las distintas piezas del rompecabezas para componer uno de los grandes hits de la banda.
Pero no estamos aquí para hablar de Yoshimi ni de los Flaming Lips.
Aunque podría hablar largo y tendido de ellos, hoy le toca el turno a Brian.
Dudo muchísimo que jamás hayan escuchado hablar de Brian Eno o de su obra.
Brian es un músico y compositor inglés con una trayectoria increíble e inagotable. Compuso, colaboró y produjo música con David Bowie, David Byrne y Talking Heads, Coldplay, U2, Massive Attack, Damon Albarn… una lista inmensa. Realizó música para películas, creo un juego de cartas de ideación (de las que en algún momento hablaré), y lo más curioso de todo (y aquí el por qué afirmo que todos lo escucharon alguna vez): ¡creo el sonido de Windows ‘95!
El pedido que Microsoft le dio a Eno para el sonido era el siguiente:
“Una pieza musical inspiradora, universal, futurista, sentimental, emotiva… y de sólo 3,25 segundos de duración”.
Brian Eno tomó el reto “como hacer una pequeña joya” y creó 84 versiones del sonido.
Microsoft le pagó USD 35,000.- por el trabajo. Muy barato diría yo, teniendo en cuenta la inmensa cantidad de personas que escucharon este sonido. ¿Cuántas? ¿Quinientas? ¿Mil? ¿Mil quinientas millones de personas? Quién sabe.
Para Brian trabajar en esta tarea le abrió una nueva forma de apreciar la música y su creatividad:
“Me metí completamente en este mundo de pequeñas piezas musicales. Era tan sensible a los microsegundos al final de esto que realmente rompió un estancamiento en mi propio trabajo. Luego, cuando terminé eso y volví a trabajar con piezas que duraban como tres minutos, me parecieron océanos de tiempo”.
Este pequeño sonido es otro ejemplo más de los que vimos en Creative Workout de cómo una limitación genera más creatividad.
Podría escribir diez ediciones distintas sobre Brian Eno y la creatividad.
Pero me voy a centrar solamente en su visión de lo análogo versus lo digital.
¿Y por qué este tema en particular?
Unas semanas atrás Apple lanzó un spot publicitario para promocionar su última versión del iPad Pro. En la pieza podemos ver como una prensa hidráulica gigante aprisiona un piano, una trompeta, un estudio de edición, una pizarra educativa, potes de pintura, esculturas, discos de vinilo, libros, cámaras fotográficas, una máquina de juegos arcade, etcétera.
Al terminar de aprisionar todos esos elementos, la prensa hidráulica vuelve a abrirse y aparece el nuevo iPad Pro, más fino que todos sus antecesores.
La idea es bastante sencilla: dentro del iPad podemos meter todos los crafts creativos y actividades lúdicas más representativas del ser humano.
Pero la ejecución fue bastante mala en mi opinión.
O quizás más preciso, diría que fue una ejecución agresiva.
Montones de elementos de creación, llenos de vida, cuerpo y color, aplastados y destruídos para ser reemplazados por un dispositivo electrónico de 2 centímetros de grosor y color oscuro.
Ouch.
Apple recibió montones de críticas por este spot que no verán acá en Creative Workout. Levantó el comercial de su rotación en medios por la negatividad que generó en la comunidad creativa. Incluso emitió un comunicado de prensa disculpándose.
Y es aquí donde entra Brian para luchar contra los robots rosas.
Eno es una persona muy lúcida e inteligente. Muy capaz. Y en sus entrevistas pueden darse cuenta de que su inteligencia está en un nivel por encima del resto.
Mucho antes del lanzamiento del spot de Apple, Eno hizo una declaración muy precisa sobre la creación análoga versus la creación digital:
¿No les parece interesante que estamos en la segunda década del siglo XXI y gran parte de la música más interesante todavía la hacen personas que tocan instrumentos muy primitivos como guitarras eléctricas y baterías?
Quiero decir, ¿qué es una batería? Podrían ser un montón de sillas viejas, latas o cualquier cosa. En realidad es un montón de basura bastante arbitraria, pero ¿por qué la gente todavía puede hacer cosas interesantes?
¿No sólo cosas interesantes sino también innovadoras utilizando esas herramientas, que, en términos digitales, son irremediablemente limitadas en comparación con todas las fabulosas posibilidades de los sintetizadores de software y un programa como Logic?
Bueno, la razón es que es irremediablemente limitado. La razón es que rápidamente puedes entender lo que puedes hacer con una guitarra eléctrica, un violín o una batería, y dejas de buscar más opciones y empiezas a lidiar con ello.
El problema con el trabajo basado en software es que nunca se sabe lo que hace. Nunca se puede agotar lo que hace. Así que siempre puedes tapar el hecho de que no tienes una idea probando otra opción. Si tiene muchas opciones, normalmente no tiene mucha relación con el instrumento. Si tiene algunas opciones, su relación sigue aumentando porque comprende cada vez mejor las opciones. Y es por eso que la gente todavía hace buena música con instrumentos toscos y sencillos. Porque los entienden mejor que nuestro software.
Creo que lo análogo en el proceso creativo es fundamental.
Hacer música. Escribir. Dibujar. Cocinar. Pintar. Hacer una prueba de concepto. Contar una historia con imágenes. Diseñar una silla. Repararse. Contar un chiste. Meditar.
Lo análogo es lo más cercano que tenemos a la hora de palpar nuestras ideas. De materializar un pensamiento, de poder tocarlo.
Por supuesto que no reniego de lo digital. Es el instrumento que nos permite amplificar nuestras ideas. Los dispositivos con los que podemos extender nuestro pensamiento.
Pero son los instrumentos análogos quienes nos permiten materializar algo tan etéreo como la creatividad.
La tecnología nos permite crecer, amplificar y acelerar nuestras ideas.
Pero no es un punto de partida.
El sueño de crear un futuro mejor para nosotros y nuestro entorno, nace en nuestro interior.
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Emma