¡Llegamos al segundo año!
Un momento de gran alegría para cada uno de los suscriptores y muy especial para mí también. Lo que más felicidad me da es que semana a semana tenemos tópicos, temas y revisiones para seguir hablando incansablemente de creatividad e innovación.
En esa revisión de temas que vimos este año, he notado que el cumpleaños efectivo fue el pasado miércoles 6 de Julio. Pero festejaremos hoy.
Y así Creative Workout es el único newsletter en el mundo que festeja su cumpleañito tres días después.
Bien.
Muy bien.
Para este año de Creative Workout tenía un montón de ideas para hacer y crecer. Mi objetivo era contribuir con una variedad de herramientas para que a la hora de desarrollar su mindset creativo, tuviesen una biblioteca de recursos para consultar.
Tengo cuatro mini-cursos listos para lanzar en ideación, storytelling y modelos mentales. Un libro con mucho material nuevo y algunas selecciones del newsletter. Y finalmente, un site que funciona como el centro de operaciones de Creative Workout.
De todo eso, lo único que pude llevar a la luz fue el centro de operaciones: www.creativeworkout.xyz.
Varios amigos que conocen bastante este pequeño proyecto, me preguntaron: “¿porqué no publicas el resto de las cosas? ¿qué estás esperando?”
Mi respuesta para cada uno es: “Bueno, pues tuve un nuevo emprendimiento, finalicé una Maestría y lo más lindo de todo, nació mi segundo hijo”
Y ahí ingresamos en debates sobre cómo planificar los pasos a seguir y las cosas que debemos hacer para que se cumplan y si hay que ser estricto o constante para que los proyectos vean la luz.
Esto me hizo pensar un poco en qué mal se planifica en general.
Usualmente planificamos de la siguiente forma:
1- Establecemos un punto de partida donde estamos hoy.
2- Ponemos un punto de llegada hacia donde queremos estar en el futuro.
3- Trazamos una línea recta entre ambos puntos.
Y el inconveniente en esta forma suele residir en la ejecución.
Como no nos gusta la incertidumbre, nos obsesionamos con hacer la línea lo más precisa, exacta y recta posible (esto aplica en planificación financiera, comercial e incluso de nuestros quehaceres domésticos). Creemos que si calculamos lo suficientemente, podemos hacer que esa línea sea un reflejo preciso del futuro.
Pero (🚨 spoiler alert 🚨), no.
No podemos 🤷🏻♂️.
De toda esa planificación minuciosa que realizamos, lo único que sabemos con certeza sobre esa línea recta es que está mal. Simplemente no sabemos por qué... todavía.
Estarán equivocados todas y cada una de las veces que busquen predecir el futuro. No importa si cada vez suman más variables, datos y números. Nunca lograrán hacerlo.
Y está bien que eso suceda.
A ver, no está mal planificar y establecer un punto de partida y llegada. Eso es fundamental en toda planificación porque nos brinda una dirección a seguir.
El tema es no confundir esa línea con la realidad.
La planificación es un proceso orgánico, continuo. Debemos comprender que no importa tanto la línea sino cómo reaccionaremos al momento de corregir el curso de acción.
Al planificar de forma lineal sólo buscaremos ser correctos hoy (algo que no es posible).
Pero si planificamos en base a la realidad, podremos estar un poco menos equivocados mañana. Lo que estaremos haciendo de esa forma es reducir el rango potencial de resultados a lo largo del tiempo.
A la hora de planificar no debemos buscar diseñar un plan perfecto e impoluto como si fuera un tributo al futuro. Porque realmente, sólo será un poco de ciencia ficción. En cambio debemos concentrarnos en el proceso de estar un poco menos equivocados mañana. Y lo más cercanos posibles a ese gran objetivo planteado.
Finalmente llegamos a una parte trascendental de la planificación basada en la realidad: los hábitos.
Construye pequeños hábitos.
Haz grandes planes.
Y esto podemos capitalizarlo mediante:
1) Realizar pequeñas acciones diarias. Esforzarse por mejorar un 1% cada día es mucho más que intentar una semana al azar mejorar un 35% (por decir un número).
2) Mantener el pensamiento del día a día en grande. Busquen cómo pueden crecer aún más de lo que lo están haciendo.
Me hubiese encantado hacer todas las cosas que planifiqué para Creative Workout el año pasado. Pero la realidad me llevó a otros caminos. ¡Y eso estuvo buenísimo! Porque esos nuevos caminos me brindaron un montón de material para seguir escribiendo.
Mi pequeño hábito fue que no hubo una sola semana en la que haya dejado de escribir. Algunas semanas fueron dos veces incluso, pero nunca cero. Siempre hubo una edición semanal.
Eso no hizo que las tres ideas que tenía para este año vieran la luz, pero sí me permitió continuar este camino, diseñar nuevas secciones y sumar nuevos lectores. ¡Y que finalmente una de esas tres viera la luz!
Espero que este próximo año de Creative Workout les ayude a seguir desarrollando su potencial creativo. Y queden atentos a las novedades, siempre hay nuevas ideas para crecer:
Comiencen con pequeños pasos, pero nunca sueñen de a pequeños pasos.
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¡Nos vemos en la próxima edición! 🤘🥳🤘
Emma