Desde su tímido inicio, Creative Workout siempre fue un espacio pensado para potenciar la imaginación y la creatividad. Brindar herramientas para expandir los límites de nuestras ideas, cambiando la perspectiva de cómo encarar un proceso de ideación o encontrar la creatividad en disciplinas como la ciencia, la literatura, las matemáticas, la cocina, la academia o la tecnología. Siempre en pos de generar nuevas ideas para proyectos o emprendimientos.
El contexto mundial nos demanda todo el tiempo más innovación y espíritu emprendedor. Las habilidades que componen estas disciplinas son cada día más necesarias para ayudar a que más personas puedan prosperar en un contexto en constante cambio. Cómo vimos tantas veces en Creative Workout, no hay un camino lineal y certero que nos pueda llevar desde identificar un problema o desde tener una idea a la creación de un emprendimiento.
Uno de los pilares de Creative Workout es la curiosidad y la experimentación. Preguntarse todo el tiempo ¿qué pasa si uno estas cosas? ¿hay una relación entre la cocina y la plástica? ¿Cómo se construye una idea?
En el medio de tantas preguntas me encontré con la señora Tina Seelig, quien es la agradable señora que nos sonríe en esta foto:
Tina es profesora en el instituto de diseño de Stanford, enfocada en creatividad, innovación y emprendimiento. Tiene un cuerpo de trabajo muy extenso: Doctora en Neurociencias, autora de 19 libros, emprendedora, conferencista, etc, etc, etc…
Tina dedicó muchos años de su carrera a buscar referencias en campos como la física, la biología, las matemáticas y la música para encontrar patrones de enseñanza. Según ella, estas disciplinas tienen enfoque muy bien estructurado para aprender las habilidades que cada una de ellas requieren. Eso la llevó a preguntarse, ¿podemos hacer lo mismo con el emprendimiento?
Su respuesta es el Ciclo de la Invención. Un modelo que proporciona un camino desde la imaginación a la actividad empresarial.
Su ciclo de 4 pasos es bastante sencillo:
La imaginación es visualizar cosas que no existen.
La creatividad es aplicar la imaginación para abordar un desafío.
La innovación es aplicar la creatividad para generar soluciones únicas.
El emprendimiento es aplicar la innovación, escalar ideas únicas e inspirar la imaginación de otros.
El ciclo se presenta como un círculo virtuoso: los emprendedores manifiestan ideas inspirando la imaginación en otros, incluidos aquellos que se suman al esfuerzo, financian la empresa y compran los productos. Es un modelo que puede verse tanto en empresas emergentes y establecidas, como en innovadores de todo tipo. Para Tina, la realización de una nueva idea (sea cual fuere) colabora en el aumento colectivo de la imaginación, la creatividad y el espíritu emprendedor.
Cada nueva idea en el mundo contagia a los demás para generar nuevas ideas.
Con este ciclo, Tina propone un análisis del camino emprendedor, describiendo las acciones y actitudes que cada paso necesita.
Imaginar requiere compromiso y la capacidad de visualizar alternativas.
La creatividad requiere motivación y experimentación para afrontar desafíos.
La innovación requiere enfoque, replantear los elementos a disposición para generar soluciones únicas.
El espíritu emprendedor requiere persistencia y la capacidad de inspirar a otros.
Quizás al comenzar el proceso no tengamos todas las habilidades del ciclo. Pero de alguna forma, nuestro proyecto o emprendimiento deberá cubrirlas. Sin imaginación no encontraremos oportunidades atractivas para trabajar. Sin creatividad no podremos resolver los problemas que encontremos. Sin innovación no podremos encontrar nuevas ideas. Si no ejecutamos nuestras ideas mediante el emprendimiento nunca inspiraremos a otras personas a buscar nuevas ideas.
En Latinoamérica podemos encontrar varios ejemplos de este Ciclo de la Invención. El más claro es Mercado Libre tomando su inspiración de ideas previas como Ebay o Amazon, creando nuevas ideas como Mercado Pago que inspiraron a Nu o Ualá, que a su vez inspiraron Kubo o Kueski. O el círculo virtuoso generado por los creadores de Rappi, donde varios de sus empleados tomaron el envión inspirador de la resolución de problemas en la región y crearon empresas como Clara, Frubana o Laika. Incluso podemos encontrar esa inspiración en emprendedores que no pasaron por Rappi en Jüsto o NotCo.
Creo que el Ciclo de la Invención de Tina nos ayuda a identificar un panorama global de como las ideas nos pueden llevar a emprender. Obvio que en el medio de cada uno de sus componentes podemos encontrar un mundo de habilidades a incorporar. Pero eso no nos debe retraer a buscar ideas todo el tiempo.
Recuerden que sólo necesitamos una gran idea que lo cambie todo.
¡Gracias por leer Creative Workout!
¿Te gustó? ¿Te fue útil?
Compártelo con tus contactos o en redes sociales para que más personas puedan aprovecharlo.
Si tienes comentarios, responde este mail o escríbeme por Linkedin.
¡Nos vemos la próxima semana! 🤘💡🤘
Emma
Gran artículo. Cuando estudiaba diseño, era común escuchar entre mis compañeros “esperar a la musa” para ejecutar. A mi juicio “la musa” es foco en el objetivo, método y trabajo…(y claro, sabiendo que el 90% de las veces, la primera idea “era” la adecuada, natural, sin sesgos..solo hay que depurarla) saludos!!!